¿Qué nos está dejando la pandemia para escuela?

El cierre de las escuelas, producto de la pandemia, ha puesto a la comunidad educativa en una situación única, con lecciones y dificultades que merecen, a puertas de iniciar el próximo año escolar, una reflexión.

La OMS señala que dicho cierre tiene un impacto negativo en la educación, salud y desarrollo infantil, así como en los ingresos familiares y en la economía en general.

En el nivel inicial hemos visto como una riqueza el uso del recurso “casa” para las experiencias de aprendizaje de los niños, resultando que una cocina, sus utensilios, los dormitorios, sus juguetes, etc., como los espacios y disparadores propicios para que los niños pueden aprender nociones, formas, tamaños, entre otros.

Por otro lado, vimos una escuela que tuvo que adaptarse en un tiempo veloz a la virtualidad, potenciando programas virtuales en casa, lo que llevó a los niños pequeños a incrementar sus horas en contacto con pantallas, a pesar de que se trató de restringir dicho tiempo.

Paradójicamente, los niños que antes tenían mucho interés por estos elementos -hoy como todos-, están saturados de su uso; y ya no quieren comunicarse por medios virtuales, reclaman el contacto con otros, reclaman la escuela de antes; la escuela que posibilita las relaciones con sus amigos y el contacto.

Este confinamiento nos ha llevado a mirar y trabajar de la mano con los padres de familia, como brazos extendidos de nuestra profesión, de nuestro rol de docentes, convirtiéndose en nuestros aliados para que los más pequeños puedan realizar las actividades que vamos proponiendoles.

Aquí merece una reflexión importante el poder comprender las limitantes de esta situación, hoy tenemos padres agobiados por la pandemia y por el trabajo virtual en casa junto con las labores del hogar y la imposibilidad de realizar todo, sintiéndose sumamente estresados de no poder realizar las actividades que  les plantean los docentes con sus hijos. Los padres necesitan de este tiempo de sus hijos en la escuela para poder trabajar y realizar sus propias tareas.

A puertas de planear un siguiente año escolar y, con todas las dudas que nos asaltan de cómo hacerlo, es imperativo resaltar la importancia de la presencialidad para la educación de nuestras niñas y niños, y de ahí la apuesta de ser creativos; y romper parámetros; pensar en diferentes espacios para el aula como los patios, canchas deportivas o parques.

No estandaricemos la forma de atender a los niños:

La ciudad tiene limitantes de espacio; pero mayor conectividad, mientras que, en las áreas rurales donde la conectividad es una dificultad, se tienen mayores espacios al aire libre. Acondicionemos otros espacios en nuestras escuelas con petates, juegos, cajas, suficientemente protegidas y delimitadas, para recibir a los niños

Pensar en tiempos diferentes; en grupos más pequeños, con menor cantidad de actividades, sin saturar a niños ni padres, con más tiempo para el juego libre y con sus compañeros, siguiendo las pautas de higiene que se conocen. La distribución de estos espacios y turnos dada la gran cantidad de niños que hay en las aulas de inicial, pero las lecciones de este año deben ser utilizadas, los niños nos lo reclaman.

Autora: Elena Velaochaga

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