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16 de abril de 2021

Los cuatro principios del retorno seguro a las escuelas

Conoce los principios establecidos por la OMS para un retorno seguro a clases y centros de atención infantil en el marco de la vuelta a clases anunciada por el Ministerio de Educación del Perú.

Debido a la pandemia ocasionada por la Covid-19, la educación en el Perú tuvo que ponerse en pausa desde el lunes 16 de marzo de 2020, el día en que inició el Estado de Emergencia Sanitaria. Poco más de un año después, podemos ver que la transición de las aulas a los hogares ha sido difícil para todos los involucrados. Desde colegios y maestros que no estaban capacitados para la educación virtual, hasta un sector de la población que no contaba con recursos digitales para incorporarse a esta alternativa; todos los niveles educativos han atravesado un proceso complicado que aún no tiene opciones para todos los estudiantes del país. Es necesario comprender que la educación virtual, aunque ha permitido que ciertas instituciones continúen avanzando, no es una realidad que esté al alcance de todos. El gobierno inició el programa televisivo ‘Aprendo en Casa’ que se emite a través de los canales estatales de señal abierta para llegar a los hogares que no contaban con señal de internet; sin embargo, esto tampoco ha sido suficiente.

El 9 de marzo de 2021, el Minedu publicó la Resolución Ministerial Nº121 para iniciar el proceso del retorno seguro a centro educativos. Según la OMS, el contexto educativo y el contacto en las aulas no representan un factor de alto contagio o propagación de la Covid-19; además, resalta que, sobre todo en las zonas vulnerables, las escuelas implican no solo desarrollo educativo, sino también atención alimenticia y sanitaria. Por ello,  OMS señala cuatro principios para este retorno: seguridad, gradualidad, flexibilidad y voluntario; al respecto Regina Moromizato -vicepresidenta de Copera Infancia- señala “no podemos pensar que el retorno de los niños pequeños va a ser como antes de la pandemia, eso no va a poder ser y hay que entenderlo”, explica además “ la OMS señala que se debe tener en cuenta la tendencia en los casos de la COVID-19, el nivel de colaboración y coordinación entre la escuela y las autoridades locales de salud pública, y, el personal y finalmente la cantidad de niños en riesgo de enfermedad grave”.

¿Qué consideraciones tienen los cuatro principios del retorno a las escuelas o centros de cuidado?

Retorno Seguro: El país o la localidad debe considerar la tasa de contagios de la zona, implementar protocolos de seguridad exclusivos para el ambiente académico. Se recomienda la utilización de espacios ventilados y un control de aforo.

Retorno Gradual: Este proceso avanzará poco a poco, pensar en que horario y aforos que se manejaban antes de la pandemia, no podrán ser posibles. Hacer pruebas piloto con centros que tengan las condiciones adecuadas y puedan cumplir las normas de bioseguridad.

Retorno Flexible: Tanto los centros públicos como privados deben ofrecer alternativas para atender a los niños, siempre teniendo en cuenta que no todas las familias tienen el mismo factor de riesgo.

Retorno Voluntario: Habrá niños o familias que no puedan regresar a la presencialidad, ellas son quienes deciden, no se les puede obligar a volver, pero tampoco se les puede obligar a tener a sus niños encerrados, deben tener la posibilidad de elegir lo mejor para el niño.

Finalmente, Moromizato señala sobre el retorno seguro, “sabemos que la inversión en la primera infancia implica una retribución económica para todos los gobiernos, por lo que el cierre de las escuelas tiene un impacto sobre la economía del país; según el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID) los países andinos, la consecuencia por 12 meses de cierre podrían traducirse en una pérdida del 10.5% del PIB”. Para Moromizato, aplicar estas cifras de forma proporcional al Perú, llevaría a nuestro sistema de educación a una situación de insostenibilidad
económica.

Desde Copera Infancia, creemos importante el retorno seguro a las escuelas y centros de cuidado, señalando la necesidad de cumplir los cuatro principios que señala la OMS, asegurar la vacunación de las docentes y el acompañamiento de estas a fin de darle el soporte psicológico para la atención y salvaguardar la seguridad de niñas, niños y toda la comunidad educativa.