Inicio ODN Armida Lizárraga: “Si no sentamos buenas bases, los niños van a empezar con el marcador en contra”

25 de junio de 2021

Armida Lizárraga: “Si no sentamos buenas bases, los niños van a empezar con el marcador en contra”

Educadora y magíster en Lenguaje y Literacidad de la Universidad de Harvard con más de 17 años de experiencia en proyectos educativos a nivel internacional. Armida es especialista en educación preescolar y el diseño de programas y evaluaciones que mejoren la calidad de los aprendizajes y la práctica docente, actualmente es directora ejecutiva de Luminario.

 

¿Cuál es la situación del sistema educativo del nivel inicial para niños de 3 a 5 años en el Perú?

La evaluación MELQO (Measuring Early Learning Quality and Outcomes), en su módulo MELE (Measurement of Early Learning Environments), ha tenido resultados que nos pueden dar una hoja de ruta. MELE 2017 – 2018 nos mostró que: en el 81% de las aulas no había lectura de cuentos en voz alta, en el 97% no se promovía el vocabulario nuevo y en el 51% no había oportunidades para que los niños se expresen y hablen de sí mismos.

En la Evaluación Censal de Estudiantes, que se hace al segundo grado, vimos que solo el 37.6% de alumnos entendía lo que leía de forma satisfactoria; la prueba Pisa 2018 encontró que un 25.8% de alumnos de 15 años está en el nivel mínimo y un 45.7% está debajo del nivel mínimo, tenemos más del 70% de alumnos, que a los 15 años, no entienden lo que leen. Eso no empieza a los 15 o los 10, empieza en el nivel inicial, en la educación de 3 a 5 años que es cuando empiezan a usar el lenguaje. Estos números deberían generar un sentido de urgencia para trabajar arduamente en mejorar la calidad educativa para los niños y niñas de Perú.

 

¿Cuáles son los principales retos?

Los niños a esta edad aprenden interactuando, jugando, comparando; y no lo han podido hacer desde hace 14 meses. Vamos a tener una pérdida de los aprendizajes, como lo ha dicho el Banco Mundial, en el Perú y en todos los países que han tenido las escuelas cerradas. Ahora todos estamos enfocados en el retorno, hay muchos pasos que dar y es complicado; una vez que retornemos a las aulas no hay que perder el norte, tenemos que incorporar todo lo que hemos aprendido este año en cuanto a la adaptación de las familias y los docentes.

La habilidad de los niños y niñas de manejar emociones, comportamientos y competencias de comunicación son un reflejo directo del entorno de aprendizaje diario. Hay estudios que han demostrado que cuando los niños y niñas de esta edad cuentan con entornos de alta calidad tienen bajos niveles de estrés en medidas fisiológicas. Esta pandemia debe ser una oportunidad para transformar los sistemas educativos y desarrollar una nueva visión del aprendizaje que incluya a niños y niñas de todas las edades. 

 

¿Qué propone Copera Infancia?

Propone tres cosas: el fortalecimiento de los servicios educativos, definir metas de cobertura y de calidad en los aprendizajes, y reducir el ratio de alumnos por maestro en el nivel inicial para mejorar los procesos de interacción en el aula. Hasta el año pasado (2020) había un promedio de 25 a 28 niños por aula, debido al cierre de escuelas privadas, va a haber mucho más, debemos encontrar diferentes maneras de agrupar a los niños. También está el sistema de información, monitoreo, supervisión y acompañamiento; es importante no mirar la data y decir: mira qué mal estamos, sino preguntarnos qué está pasando y por qué está pasando.

 

¿Por qué es necesario que los actores políticos asuman un compromiso con el tema?

Es muy importante dar el mensaje de que si no inviertes ahora, en el futuro va a costar mucho más. Si no sentamos buenas bases, los niños van a empezar con el marcador en contra, es fundamental invertir en primera infancia para que los niños y niñas desarrollen todo su potencial. El foco tiene que estar en lo que sucede en las aulas, hay que darle un sentido de urgencia porque estos niños han perdido demasiado tiempo sin estar en ellas. Hay que darles espacios para que socialicen, jueguen, experimenten, hagan prueba y error, y vuelvan a intentarlo otra vez. Debemos establecer rutinas de conversación con experiencias ricas de aprendizaje, esta debería ser la agenda para los políticos. Parece muy simple, pero si no lo tenemos claro nos vamos a perder en el proceso de reapertura. No creo que volvamos a ser los mismos después de este año, tenemos que dar un paso atrás y mirar qué aprendimos para llevarlo al aula y hacerlo mejor.