Iguaín: Distrito del Vraem que redujo su índice de anemia de 65% a 6.3%

En medio de una región asediada por la violencia y la lucha contra el narcotráfico, desde 2015, se lleva a cabo una estrategia para proteger a la primera infancia de uno de los males más silenciosos.

En seis años, la población del distrito de Iguaín ha logrado una reducción de la anemia en menores de 5 años que se ve reflejada en más de 60 puntos porcentuales. El Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia, planteado en 2018, propuso rebajar al 19% la prevalencia de este mal durante un período de tres años, es decir, hasta 2021. Esta propuesta buscaba eliminar más de la mitad de la cifra reportada (43,5%) y contemplaba la articulación intersectorial del Gobierno Nacional junto con los gobiernos regionales y locales.

El objetivo no se alcanzó. Según un informe del Colegio Médico del Perú, las razones por las que no hubo éxito fueron: la escasa y discontinua intervención del sector salud, la falta de compromiso de los niveles subnacionales de Gobierno, la esporádica acción de comunicación social y el desconocimiento de muchos servicios de salud en torno a la norma de prevención y tratamiento de la anemia, aprobada y publicada el año anterior, en abril de 2017.

En la región de Ayacucho, la prevalencia de anemia es del 45%, dato que se mantiene inamovible desde 2019. Huanta es una de las provincias que la conforman y, dentro de ella, se ubica Iguaín, distrito compuesto por 15 comunidades y dos centros poblados. Es una de las 865 municipalidades distritales peruanas que siguen las directrices de la Meta 4, aunque con una particularidad: Iguaín adaptó las intervenciones a las necesidades y costumbres de sus vecinos, extendiendo el objetivo de atención y prevención a todos los menores de cinco años.

Gracias a este trabajo, si en 2015 afectaba al 65% de menores de cinco años, ahora es apenas un 6,3%, según las pruebas realizadas a inicios de octubre de 2021. Iguaín es un caso singular en una nación donde esta afección castiga, sobre todo, al área rural (35,7%), más que a la urbana (26,4%). En 2015, el distrito declaró como prioridad la batalla contra la anemia infantil. Según recuerdan algunos vecinos, nadie hablaba de la enfermedad. Aquel año, la voluntad política por fin se hizo presente y determinó acciones como: el mejoramiento de la nutrición con alimentos locales, la lactancia materna y el seguimiento a la suplementación con hierro de los niños diagnosticados con la enfermedad. Estas medidas lograron disminuir el índice a 28%, luego a 19% y finalmente a 12%. Gracias a estos alcances, en 2019 la experiencia del distrito fue reconocida por la OMS con el premio Sasakawa para la salud.

Fuente: La República