Educación inicial: Las bases para un desarrollo integral

La base del aprendizaje se construye en gran medida durante los primeros años de vida, antes de que la niña o el niño entre en la escuela primaria. Aquellos niños que no inician en etapas tempranas la educación perpetúan un ciclo de bajo rendimiento y altas tasas de abandono escolar que continúa desfavoreciendo a las poblaciones vulnerables (UNICEF)

Estas afirmaciones hacen necesario recordar que en el Perú, cada 25 de mayo se celebra el Día de la Educación Inicial, con el objetivo de visibilizar la importancia de esta etapa fundamental para el desarrollo integral del ser humano. 

A lo largo de los años, el Gobierno ha implementado políticas y programas que ayudan a potenciar la educación inicial en el país, pero aún la brecha es grande; más aún si consideramos que la emergencia sanitaria ha dejado visible los temas pendientes en materia de educación, las cuáles se hacen urgente abordarlos desde una mirada integral del problema y con participación de múltiples actores. 

Solo para situarnos en uno de los temas pendiente en educación inicial -previo a la pandemia- en torno a la calidad de los aprendizajes de nuestros niños y niñas menores de 6 años, teníamos que:

• El 90% de los/las docentes no animan a los/las estudiantes a pensar en relaciones causa-efecto (MELE, 2019). 
• En 90% de las aulas, niños y niñas se encuentran participando de preguntas que requieren respuestas de “sí”o “no” o respuestas cerradas. Este tipo de interacción no favorece la elaboración de pensamientos originales o permite a los/las estudiantes expresar sus opiniones y conocimientos (MELE, 2019). Dichos resultados, están relacionados a lo que encontró el Estudio de educación inicial  que señala que en “las tres áreas estudiadas han evidenciado la poca facilidad de las niñas y los niños para expresar ideas, explicar criterios, justificar preferencias e inferir información” (UMC, 2013).
• Algunos indicadores asociados a experiencias tempranas de calidad muestra que 72% de las aulas no realizan actividades que permiten acercar a los/as niños/as a la escritura; 81% no se observa lectura de cuentos o libros infantiles; 97% no promueve el uso de vocabulario nuevo; y en el 51% de las aulas no se pide a los/las estudiantes describirse o expresar sus preferencias. (MELE 2018). 

Estos datos necesariamente nos deben hacer pensar que hay que ir reduciendo las brechas que muestran los modelos pedagógicos; pero también nos lleva a reconocer la necesidad de un fortalecimiento de competencias y capacidades, partiendo del reconocimiento al docente, que a pesar de las limitaciones en su capacidad operativa, limitados recursos y condiciones poco favorables, se enfrenta a su labor promoviendo (cómo lo señala MELE 2019) interacciones positivas (muestras de afecto positivo entre el/la docente y el/la estudiante), las cuáles deben profundizar en un contexto marcado de desigualdades y problemas sociales que afectan en el bienestar emocional de las personas. 

¿Cuáles son los retos que se deben plantear para mejorar la calidad de la educación inicial?

1.- Transformar la educación con un abordaje de la dimensión socioemocional cómo dimensión efectiva del conocimiento, considerando una cercanía emocional que facilite la atención, concentración, la puesta en marcha de las habilidades sociales; permitiendo brindar mayor seguridad, confianza y compromiso de las niñas y niños.

• La Comunidad Educativa debe priorizar los espacios de ayuda al docente a fin de brindar soporte emocional “Cuida de ti para cuidar de otros” debe ser el compromiso.
• Generar espacios de reflexión y escucha con madres, padres y cuidadores, más allá del abordaje pedagógico en el aula.

2.- Fortalecimiento de los Sistemas Educativos

• Reducir el ratio de alumnos por maestro en el nivel inicial, que mejore los procesos de interacción niños-adulto, niño-niño. Asimismo, reducir el ratio especialistas por Instituciones Educativas del nivel inicial. 
• Dotar de equipamiento a las aulas para el desarrollo de las actividades planteadas en el producto PpoR – DIT. Por ejemplo, para asegurar la lectura de cuentos se requieren libros.

3.- Brindar acompañamiento pedagógico  

• Implementar planes de formación continua con estrategias claras alineadas al producto PPORDIT y al Diseño Curricular Nacional.
• Implementar un sistema de soporte a los docentes: redes de inter-aprendizaje y acompañamiento pedagógico con el apoyo de la tecnología.

4.- Sistema de información, monitoreo, supervisión, acompañamiento

• Continuar con MELQO para la medición de la calidad y los resultados del aprendizaje infantil, y buscar una alternativa de aplicación anual y censal que haya sido validada para el nivel de educación inicial.
• Implementar Instrumentos para evaluar el Desarrollo Infantil que sean ágiles y contextualizados al país (ej. CREDI 0-2 años; IDELA 3-5 años).

Desde está columna felicitamos a todo el equipo de docentes dedicados a impulsar la educación inicial y nos sumamos a su compromiso por hacer incidencia para que los tomadores de decisiones tengan una real apuesta por las necesidades de las niñas y niños en estas primeras etapas de vida. 

Más información en https://coperainfanciaperu.com/odn-home/