3 de cada 10 niños entre los dos y seis años tiene dificultades para regular sus emociones

Las docentes de los programas de acompañamiento pedagógico de la ONG  Luminario, compartieron sus experiencias tras el retorno a la presencialidad en el nivel inicial para conocer cómo se está manejando la autorregulación en las aulas. 

Según la ENDES 2021, 3 de cada 10 niñas y niños de 24 a 71 meses de edad, regulan sus emociones y comportamientos en situaciones de frustración y establecimiento de límites. Este indicador nos muestra que tenemos un problema por atender, sobre todo en un contexto de nueva normalidad, donde definitivamente los retos son mayores. 

En ese sentido, Copera Infancia, en su compromiso con la niñez peruana, desde su cuarto Objetivo de Desarrollo de la Niñez, Calidad de los Aprendizajes en el Nivel Inicial (de 3 a 5 años) aprovecha la experiencia de las instituciones que lo conforman, para consultar a las docentes y acompañantes pedagógicas sobre la importancia de la autorregulación de emociones en las niñas y niños.

La regulación emocional refiere a la capacidad de controlar la intensidad y la frecuencia de los estadios emocionales para responder adaptativamente a las necesidades personales y del entorno (Danişman et al., 2015); como es el retorno a las aulas. Por ello, es importante trabajar la autorregulación desde la niñez para construir una sociedad empática y llena de valores. 

Desde Luminario recogimos información en las aulas. Uno de los instrumentos utilizados para medir la regulación emocional en niños es la Emotion regulation checklist (Shields & Cicchetti, 1995). 

El instrumento fue aplicado a una muestra representativa de 341 estudiantes de forma aleatoria (171 niños y 169 niñas) de 2 a 6  años cuyas docentes están inscritas en el Programa de Acompañamiento de Luminario.

Identificamos que casi un 30% de los niños tiene una alta desregulación emocional; es decir, se muestran inflexibles, impulsivos y con dificultad de regular su estado de ánimo. El hallazgo más importante fue en los niños de 4 años, ellos fueron los que tuvieron menor regulación emocional. Es necesario mencionar que estos niños, al inicio de la pandemia, tenían dos años, una edad muy sensible para el desarrollo emocional; por lo que perdieron una ventana de desarrollo con el cierre de las escuelas.

Las docentes del Programa reconocen la importancia de mantener en la mira este tema: “Lo primordial es que el niño mejore su escucha activa y respetuosa hacia el otro, esto va a ayudar al niño a comprender y trabajar en armonía con los demás” señala Julissa Quispe, profesora de Luminario. Asimismo, Angie Qquelca, otra profesora del programa, indicó que “es de suma importancia atenderlos y visibilizar que nuestros niños tienen diferentes necesidades, pues los niños deben convivir en un ambiente de respeto, seguridad y buena convivencia”, añadió.

Las niñas y los niños necesitan establecer vínculos con sus pares con el fin de tener un desarrollo social, emocional y conductual saludable durante su crecimiento. Por ese motivo, es importante enseñarles a reconocer cuáles son sus emociones y tener el control sobre ellas en los diferentes escenarios que puedan presentarse. 

Como familias y comunidades, tenemos un reto importante en la construcción de bases sólidas para el desarrollo integral de las niñas y niños, siendo la  autorregulación un aspecto clave a enfrentar si queremos tener niños seguros y felices, sociedades más tolerantes, justas y con una perspectiva de trabajo colectivo. 

Conoce más sobre los Objetivos de Desarrollo de la Niñez.